Leí esta anécdota, no se si a ciencia cierta o inventada, pero entra en lo posible y razonable de que sea verídica y ocurriera en la guerra Ruso-Japonesa ( 1904-1905 ) " En lo más riguroso del invierno, durante la guerra en la zona de Manchuria, un cosaco enviado para hacer un reconocimiento,vio venir tras sí un soldado de caballería japonés que a galope tendido le perseguía blandiendo su sable. El cosaco no tuvo más remedio, para librarse de una muerte segura, porque se hallaba sin armas para defenderse, que dar espuela a su caballo y lanzarse en una veloz carrera. El japonés corría tras él, y durante largas horas fue aquello una carrera loca, desesperada, a través de campos y llanuras cubiertas de escarcha. La noche llegó, sus caballos cansados marcharon más lentamente, a pesar de los fuertes latigazos que los pobres animales recibían de sus dueños. Poco le faltaba al jinete japonés para alcanzar a su adversario cuando se oyeron aullidos que partían de un bosque que acababan de atravesar. Era una manada de lobos hambrientos; los cuales, sin hacer distinción de raza ni nacionalidad iban a devorarlos. De repente, como por encanto, su hostilidad desapareció, y lo que no hubiera podido hacer el más elocuente llamamiento a la paz, el peligro común lo realizó. Sin una palabra, ni un gesto, se acercaron amigablemente y juntos hicieron frente a los temibles animales. El japonés prestó al ruso una de sus armas, el ruso dio al japonés algunas cerillas, y una botella de alcohol, que vaciaron sobre un montón de hojas pegándole fuego. Protegidos por el fuego que iba extendiéndose, pelearon desesperadamente los dos hombres contra los primeros lobos que llegaron. Cuando hubieron tendido a a cinco o seis de ellos y la llama se tornó en una hoguera, vieron con alegría a toda la manada dar media vuelta y emprender rápida huida. Los dos enemigos se dieron entonces la mano con una melancólica sonrisa. -Si no nos hubiésemos unidos contra estos animales, ellos nos hubieran devorado -dijo el japonés. -Es verdad -contestó el soldado moscovita -, pero también es cierto que la guerra es una locura y que los pueblos enemigos harían mucho mejor en luchar juntos contra las calamidades que asolan a la pobre humanidad." Moraleja "El arte de la guerra es el arte de destruir a los hombres, como la política es el arte de engañarlos."
EL SECRETO DESCUBIERTO En el año 1862 con motivo de la " fiebre del oro" fue fundado un pueblo llamado Bannack*,perteneciente al Condado de Montana, Estado Unidos. LLegó a ser un pueblo fantasma, tuvo en su tiempo unos 10.000 habitantes. Os cuento una historia que ocurrió en sus comienzo. " Se cuenta que en los días de la gran carrera hacia el Oeste americano en busca de oro. Un grupo de hombres partió de Bannack con el propósito de juntarse luego a otra caravana que se dirigía a Montana; pero fallaron sus planes: dos hombres murieron en el camino, no les fue posible alcanzar al otro grupo, quedándose sin esperanzas de encontrar el oro deseado. Pero en el camino de regreso, mientras descansaban, tristes y abatidos juntos a un arroyo* uno de ellos se acercó a una roca que había llamado su atención, y golpeándola con un martillo descubrió que allí había oro.
Enseguida se juntaron para guardar el secreto de aquel feliz descubrimiento, corriendo hacia el pueblo a buscar los útiles necesarios para empezar la explotación del filón que habían encontrado. Pero, he aquí, que cuando salían de Bannack se encontraron con que les seguían no menos de trescientos buscadores de oro. ¿ Quién había revelado el secreto ? En realidad habían sido ellos mismos. Sin decir palabra, la alegría que se reflejaba en sus rostros le había traicionado. Esta historia tiene su moraleja. Ojalá sea así en cada creyente: Nuestro rostros tienen que reflejar la alegría de ser poseedores del mayor tesoro: Cristo en nosotros la esperanza de gloria. *Bannack * arroyo Estas imagen no tiene nada que ver con el pueblo y el arroyo.
Viendo la sociedad actual, comparto lo que en su día dijo Abraham Lincoln en el año 1863 " Veo venir una crisis en el futuro cercano, que me desconcierta y me hace temblar por la seguridad de mi país... el poder monetario de mi país hará un esfuerzo para prolongar su soberanía... hasta que la riqueza se concentre en unas pocas manos y destruya la República." Lincoln como Edison, sentía que el interés acumulado por grandes deudas nacionales podía destruir la economía de la nación y la soberanía de los individuos. El trató de llevar a cabo buenas intenciones. En febrero del 25 de 1862, emitió 150 millones de dólares gubernamentales y después 300 millones más. Estos 450 millones de dicha moneda se llegó a conocer como Ave Lincoln Greenbacks. En contraste con los bonos del gobierno, estos dólares no cobraban interés. Algunos han estimado que si Lincoln no hubiera emitido dólares en lugar de bonos, no les hubiera ahorrado 50 mil millones de dólares en intereses a los norteamericanos que pagaban sus impuestos. No obstante, este proceso duró poco, ya que a Lincoln lo asesinaron en un teatro de Washington, el 14 de abril de 1865. Ingersoll escribe sobre Abraham Lincoln, lo siguiente: " La riqueza no podía comprar, el poder no podía amedrentar a este hombre extraordinario, a este hombre amado. Él desconocía el temor de hacer algo mal....Él era la abnegación personificada, el coraje, la esperanza y la nobleza de la nación. Él alzaba sus manos, no para golpear, sino como símbolo de bendición." Escrito del libro El Funeral del dolar ( Willard Cantelon )
