" El antiguo dicho de que " la casa de un hombre es su castillo" se está convirtiendo hoy en realidad. La explanada del castillo es su césped de la entrada; el puente levadizo es su acceso a la calle; la compuerta de defensa es la puerta automática del garaje a través de la cual pasa con una heráldica electrónica.
Una vez dentro, el hombre se quita su armadura y se posesiona de su castillo hasta el amanecer del día siguiente cuando se coloca nuevamente su armadura ejecutiva y, maletín en mano, se monta sobre su corcel- quizás un Mustang- presiona un botón y sale raudo a dar nuevas batallas.
Los hogares de hoy reflejan nuestros valores modernos de individualismo, aislamiento y privacidad.
¡Ya no es raro que uno no conozca ni siquiera a los vecinos ¡"..........
El titulo de la entrada pertenece a Segismundo de Luxemburgo rey de Hungria y de Croacia (1368-1437) entre otros, títulos.
Este rey era impetuoso, ligero, incluso mujeriego. Excepcionalmente al principio de su reinado, tuvo rasgos de crueldad que pagó caros, en otros dio muestras de generosidad.
En cierta ocasión no sólo perdonó a algunos enemigos que hizo prisioneros, sino que los colmó de ciertos privilegios poniéndoles incluso a su servicio .
Como los cortesanos le reprochasen por ello, diciéndole que a los enemigos se les debía matar, ésa fue su respuesta.
Tampoco hace falta que mates a tu enemigo.
No me malinterpreten."
