miércoles, 4 de febrero de 2015

     LAS PERSONAS COMPLACIENTES
                             
Casi todas las personas saben y si no lo saben cuanto antes lo aprendan será mucho mejor, me refiero a que no siempre podemos agradar a todos, y no todos podrán agradarnos siempre.
Las personas complacientes no tienen limites bien definidos y precisos; quieren ser agradables con las exigencias o necesidades de los demás.
Estas personas hacen creer a todos sus amigos o compañeros que les agradan las mismas cosas que a ellos, por ejemplo, les gusta las mismas películas, los mismos deportes, las modas, etc. La mayoría de las veces es para < seguirles la corriente > minimizan las diferencias con los demás para no causar ningún problema.

Las personas complacientes parecen camaleones. Después de un rato, no es posible diferenciarlas del medio donde se mueve.
Muchas personas que aparentemente parecen agradables, suelen inhabilitarnos de reconocer la maldad. Se dan cuenta demasiado tarde que tienen un comportamiento o una relación peligrosa  o abusiva. Su "radar" emocional puede estar dañado; no saben dominar su conducta.
 Esta clase de problemas de límites paraliza los músculos del " no." Siempre que tengan que defenderse diciendo que no, la palabra se les atraganta. Hay diversos motivos:

- temor a herir los sentimientos de los demás
- temor al abandono o la separación
- deseo de ser plenamente dependiente de otros
- temor a la ira del otro
- temor al castigo
- temor a pasar verguenza 
- temor a ser considerado malo o egoísta
- temor a no ser espiritual
- temor a una conciencia demasiado estricta o crítica
    Extraído del libro LIMITES
                                          Henry Cloud y John Townsend      

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