viernes, 27 de diciembre de 2013

MI PEQUEÑO ANTROPOIDE

Leyendo un poco la ciencia que estudia el pasado de la vida sobre la tierra a través de los fósiles y su forma de "interpretar" las diversidad de cosas apoyándose con las técnicas paleontológicas usando métodos mecánicos y métodos químicos ,contribuyendo y asociándose con la biología y todo su conocimiento, llego a la conclusión de que los monos tienen toda la razón.

No quiero que ningún paleontólogo incluyendo a los antropólogos que estudian al hombre en su formas de evolución se me enfaden.
Digo que los monos tienen toda la razón porque ellos ( los monos ) ni son nuestros antepasados ni nuestros primos hermanos. Todo esfuerzo de establecer una relación estrecha entre los hombres y los monos no hay nada claro ni tampoco definido.

Las diferencias entre los antropoides y el homo sapiens  son muy grandes, y el abismo entre el animal más inteligente y el hombre más primitivo es infranqueable.
El hombre más primitivo, el de hoy y el de tiempos futuros  ha usado y usará fuego: ningún mono jamás lo ha hecho.

Los hombres de las cavernas cubrieron las paredes de dibujos; los simios no.El ser humano ha ideado y fabricado diferentes clases de armas; estas cosas entre los monos brillan por su ausencia. Mas básica aun es la costumbre del homo sapiens  de enterrar a sus muertos poniendo sus armas y algo de comida junto al cadáver, para su vida en el más allá.

Cualquier científico ateo  reconoce que esta costumbre indica que los humanos, por primitivos que sean, creen en una existencia más allá de la tumba. Los antropoides jamás han hecho semejante cosa.
En fin, los monos siempre han sido monos, y los hombres siempre hombres.
Mi mono sabe perfectamente quienes son sus parientes.

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