sábado, 12 de marzo de 2011

EL FUNERAL DEL DOLAR III

ORO

El oro es el articulo mas intrigante y el mas usado universalmente como dinero a través del trascurso de los siglos. A pesar de que el oro no paga interés a sus poseedores o a los que lo acumulan, una votación reciente reveló que todavía un 99.4 por ciento de las personas en el mundo anhelan el oro.
Su aspecto es hermoso; no se enmohece ni se deslustra y en manos del artesano es flexible. De de una onza de oro se puede hacer un un alambre de 50 millas de largo o se puede hacer una lámina tan fina que la misma puede cubrir 100 pies cuadrados. Los egipcios de antaño sabían labrar el oro convirtiéndolo en hojas tan finas que 367.000 de ellas hacían un montón de una pulgada de alto.
Nadie sabe cuando el hombre descubrió el oro por primera vez. En cierto lugar de Ur en Mesopotamia ( ahora conocida como Irak ),los arqueólogos han descubierto vasos de oro fabricados en el año 3500 A.D.

EL PATRÓN ORO

En 1870, los bancos norteamericanos adoptaron el patrón oro. Esto quiere decir que cualquier norteamericano podía ir al banco con su papel moneda y cambiarlo por oro: no obstante, esto cambió en 1933. Después de los acontecimientos de la quiebra de 1929 y de la depresión que la siguió, la moral de la nación era tal, que estaba dispuesta a aceptar cualquier revisión o sugerencia que le indicara una forma de salir de su propia miseria.
El señor Roosevelt le pidió al gobierno que efectuara una legislación para demandar del pueblo norteamericano que entregara su oro, lo cual hizo recibiendo a cambio papel moneda el cual indicaba que había recibido 20.67 dolares por onza de su metal precioso.
No obstante, el gobierno inmediatamente aumento el precio del oro a 35 dolares la onza,percibiendo así una utilidad de mil millones de dolares. Al pedirle su opinión al senador Cárter Glass sobre este particular, él mismo le respondió al presidente Roosevelt el 27 de abril de 1933:
" Yo creo que es peor que lo que hicieron los cuarenta
ladrones en la historia de Ali Baba."
publicado del libro EL FUNERAL DEL DOLAR



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