En estos casos, Peck actuará como si jamás le hubieran hecho esta pregunta; antes de quitarse sus gafas y contestar, "¡ La naturaleza humana está evacuando en sus pantalones! La siguiente pregunta por favor."
Una vez que los asistentes se reponen de su sorpresa, Peck explica su respuesta.
Para un niño de dos años de edad, defecar en sus pantalones es una conducta muy natural. En realidad, lo que ahora le propone su madre parece totalmente anormal y desatinador: "¿Qué dices, mami? ¿Quieres que me siente en esa cosa fría y haga eso? ¡No puedo, mami, eso no es natural!"
Éste es el argumento de Peck. La ventaja del ser humano y lo que nos distingue del reino animal, es que podemos aprender y habituarnos a hacer lo que no es natural hasta que llega a ser una "segunda naturaleza". ¿Por qué es "natural" cepillarse los dientes por la mañana? ¿Has visto algún animal que lo hiciera? ¿Por qué es "natural" leer y escribir, tener buenos modales o esforzarse por los otros? En realidad, cada vez que aprendemos a hacer algo, estamos haciendo lo que es "natural" hasta que llega a ser una "segunda naturaleza".
A diferencia de los seres humanos, los animales están rigurosamente determinados por el instinto. Cuando los animales reciben un estímulo del ambiente, responden de acuerdo con ese instinto programado. Desde luego,pueden aprender una respuesta condicionada y repetir una pauta establecida de conducta.
Por esa razón podemos enseñarle a un delfín a saltar un cable en los parques acuáticos. Pero indudablemente el delfín no puede atribuierse ningún mérito por el entrenamiento. Ni siquiera estamos seguros de que sea consciente de lo que está sucediendo, ¡salvo que al final de la prueba le darán una espléndida ración de pescado!
Libro ( Las claves de la paradoja)
James C. Hunter
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